miércoles, 29 de junio de 2011

Las tribulaciones del capitán FitzRoy


En la aventura del HMS Beagle y en la consiguiente historia de la evolución de las especies, FitzRoy es el candidato ideal para el papel de malo. Pero tampoco debemos olvidar que para los creacionistas es Darwin quien debe ocupar ese lugar.

Caer en el dualismo fácil, pero recurrente, de señala 'buenos' y 'malos' no entra para nada en mis intenciones. Suelo decir que no existen las buenas personas, como tampoco las malas. Lo que ocurre es que los humanos nos equivocamos, algunos con más y otros con menos frecuencia. En esa línea veo que coincido con Serrallonga que señala hasta cuatro grandes errores cometidos por el capitán FitzRoy, y también señala alguno cometido por Darwin. Según el arquólogo catalán, FitzRoy se equivocó en:
  1. expresar su deseo de viajar acompañado por una persona culta, con conocimientos de historia natural pero sobre todo instruido en aspectos teológicos;
  2. aceptó un joven cuya nariz revelaba ineptitud para soportar los avatares de una larga cirunnavegación. [Darwin se mareaba a bordo e insistía en explorar territorios vía terrestre];
  3. facilitar al teólogo el primer volumen de los 'Principios de geología' de Charles Lyell;
  4. poner a disposición de Darwin sus colecciones particulares de pinzones. En la etiqueta de cada uno de ellos figuraba la isla y lugar de procedencia. [Darwin cometió el error de no etiquetar los suyos]. (Serrallonga, 2010; 171-172)
En FitzRoy se da esa curiosa mezcla entre científico y fundamentalista religioso que a algunos nos sigue pareciendo difícil de explicar como cuando encontramos un médico o un farmaceútico que a su vez siguen fervientemente a los Legionarios de Cristo.

Aparte de sus dotes como marino, el capitán del HMS Beagle no era un científico mediocre. Demostró ser un competente pionero en la predicción meteorológica. Escribió unos ocho libros, el último de los cuales trataba sobre este tema: 'The Weather Book' (1862) y el Times de Londres fue uno de los primeros periódicos en publicar predicciones del tiempo basándose en los trabajos de FitzRoy.

En 1851 entró como miembro en la Royal Society avalado por trece socios, uno de ellos el propio Darwin.

La gran paradoja de este hombre fue que embarcó a Darwin para tener alguien culto con quien poder conversar, ya que la tripulación dejaba bastante que desear en este aspecto. En esta decisión influyó el suicidio de Pringle Stokes, anterior capitán del HMS Beagle, circunstancia que le llevó a ser él quien capitaneara la nave. FitzRoy temía ser víctima de una depresión semejante a la de Stokes.

El caso es que no lo hizo entonces pero FitzRoy acabó suicidándose en 1865 cuando cayó en una fuerte depresión tras tomar parte en la polémica suscitada por la publicación de 'The Origin of Species' (1859). Luego se supo que tenía graves problemas económicos y de salud, aparte de problemas externos e internos en la Meteorological Office.

Darwin contribuyó con 100 libras a un fondo que se reunió a favor de la viuda y de su hija.


El retrato del capitán FitzRoy proviene de la Enciclopedia Britannica: http://www.britannica.com/blogs/wp-content/uploads/2009/02/fitzroy.jpg?a14544

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