viernes, 8 de julio de 2011

Naúfragos en las Encantadas


En este viaje virtual a las islas Galápagos, o islas Encantadas, lo que uno espera es encontrar animales. Como autor, he podido forzar que nuestro primer encuentro fuera con un cachalote. Pero ésta es la fantasía. La realidad sería, más bien, que nos topáramos primero con los/las turistas.

Leo en Experience of Travelling, una guía de vacaciones on-line, un artículo sobre nuestras islas fechado en 20/05/2011. En éste se cuenta cómo el turismo creciente y el descontrol en las edificaciones llevaron a sucesivas designaciones como espacio protegido. Primero fue en 1957, como parque nacional de Ecuador y en 1979 por la UNESCO como espacio de interés para la humanidad.

Las Galápagos vienen a recibir unos 100.000 turistas anuales. En 2007, de nuevo la UNESCO denunció que muchas especies estaban amenazadas e incluyó el archipiélago en su lista de espacios protegidos por peligro de extinción (List World Heritage Sites in Danger Extinction).

Las autoridades son conscientes del problema y elaboran una serie de normas destinadas a los turistas:
  1. No salirse del camino trazado. Éste está claramente trazado con estacas blancas y negras;
  2. No molestar a los animales salvajes:
  3. No recoger souvenirs de las especies nativas de las Galápagos;
  4. No acercarse a los animales;
  5. No generar basuras en el parque;
  6. No está permitido fumar ni usar los teléfonos móviles dentro del parque;
  7. No dar de comer a los animales;
  8. No olvidar limpiar la suela de los zapatos antes de entrar en el parque;
  9. No abandonar el grupo en ningún momento.
A mí me parecen bien, pero me pregunto entonces: ¿cuál es el aliciente de visitar las islas? Si prácticamente no puedes hacer nada, sería mejor quedarse en casa mirando documentales. Si es por visitar una isla, podríamos disfrutar de las Baleares o las Canarias que las tenemos más cerca.

¿Acaso son más bonitas las Galápagos?

No era esa la opinión de Darwin:
"El 17 por la mañana desembarcamos en la isla Chatham [San Cristóbal]. Como todas las demás, es redondeada y no tiene más de particular que unas cuantas colinas, restos de antiguos cráteres. En una palabra, no hay nada menos atractivo que el aspecto de esta isla. Arbustos raquíticos, tostados por el Sol y que apenas pueden vivir, cubren en toda su extensión una corriente de lava basáltica negra de rugosísima superficie y hendida en varias partes por inmensas grietas. Calentada en exceso por los rayos del un Sol ardiente, la suerficie del terreno, callosa a fuerza de estar seca, hace pesado y asfixiante el aire como si saliese de un horno caliente. parecíanos que hasta los árboles se sentían mal". (Darwin, citado en Serrallonga, 2010; 14) (Las negritas son mías).
Cuenta Serrallonga que con el tiempo el alma de científico hizo que Darwin cediera al embrujo de las Encantadas.

Pero no todos somos científicos, así que perdonad mi curiosidad antropológica por plantear esta pregunta: ¿qué esperan encontrar los turistas que van a la isla? ¿A otros turistas, tal vez?


La imagen procede de Guide Vacation: http://experienceoftravelling.com/2011/05/wonders-of-the-galapagos-islands.htm

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