sábado, 2 de julio de 2011

En el camarote con Darwin


El protagonismo del capitán FitzRoy se va apoderando de estas primeras entradas al blog. De momento oscurece a su pasajero Darwin con el que conversaba en los camarotes de HMS Beagle. De las "tranquilas reflexiones sobre los textos bíblicos pronto se pasó [...] a terribles discusiones sobre historia natural". (Serrallonga, 2010; 173)

El inmovilismo de la creación divina quedaba cuestionado por la lectura que Darwin hacía de Lyell, cuyo tratado geológico se lo prestó el propio FitzRoy. Para Lyell, la Tierra se habría formado lentamente a lo largo de extensos períodos de tiempo, mediante la acción de terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones,...

La visión del capitán era la de la teoría del catastrofismo, que defendía que nuestro planta habría sido modelado en un periodo muy corto. Tal idea venía de Georges Cuvier (1769-1832) que pretendía dar argumentos científicos al fijismo y el creacionismo ante la acumulación de evidencias en contra. Resultaba difícil explicar la persistente acumulación de fósiles cada vez más sorprendentes. Explicarlo a través de una teoría de creaciones sucesivas defendida por Buckland, Sedgwick, Miller o Agassiz, entre otros, suponía que Dios pudo crear la tierra hasta en veintisiete ocasiones y destruirla después de cada intento. Como decía Hitchens: "¡Cuánto esfuerzo hace falta para afirmar lo increíble!".

Quizás juzgamos a FitzRoy demasiado severamente. En realidad, era un hombre de su tiempo. El episodio de los fueguinos hay que enmarcarlo en el de una sociedad colonialista que tenía en el esclavismo una importante fuente de ingresos. La incongruencia de que muchos esclavistas fuera a su vez fundamentalisas cristianos es difícil de tan difícil de explicar como que en nombre de Jesús se defiendan la práctica de la tortura o la aplicación de la pena de muerte. Por si acaso no estás muy puesto/a en religión te recuerdo que Jesucristo fue torturado y condenado a muerte.

Cuando el Beagle regresó a Inglaterra, Darwin se dedicó al estudio y elaboración de sus teorías, mientras que FitzRoy fue nombrado gobernador de Nueva Zelanda. Se ganó allí muchos enemigos por defender los derechos de los maoríes. ¿Otro error? ¿O una demostración de su verdera dimensión humana? El caso es que las medidas fueron muy ineficaces y los maoríes montaron una rebelión. Otro fracaso.

FitzRoy se sintió traicionado por Darwin. Durante el debate que tuvo lugar al año siguiente de la publicación de 'The Origin of Species' el ya vice-almirante de armada se posicionó totalmente en contra de la teoría de su compañero de viaje levantando una inmensa Biblia sobre su cabeza para implorar a la audiencia que creyeran en Dios en lugar de al hombre. Otro fracaso.

La imagen puede verse ampliada en: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/ad/Beagle_-_plan_1832.jpg

No hay comentarios:

Publicar un comentario